ADQUIERE "EL MITO DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA"

lunes, 8 de diciembre de 2014

"Todos son Abarca" (La Jornada, 8 de diciembre, 2014)

Felipe de la Cruz, vocero, en conferencia de prensa con otros padres de familia de Ayotzinapa// Foto: La Jornada
La fuerza de la efervescencia social y de la solidaridad internacional a raíz de la masacre de Iguala ya ha rebasado los acontecimientos tanto de 1968 como de 1994 en México. Ni el histórico movimiento estudiantil de los sesenta ni el gran levantamiento indígena de los noventa lograron en tan poco tiempo un vuelco tan fuerte en la conciencia y el empoderamiento social. Los nuevos tiempos de madurez ciudadana, comunicación digital y desmoronamiento imperial han facilitado el surgimiento de un movimiento nacional cuya flama difícilmente podrá ser apagada en el corto plazo.

"Hoy es un día nublado y triste, pero este crimen de Estado no va a quedar impune. Si estos asesinos piensan que vamos a llorar la muerte de nuestros muchachos, se equivocan. A partir de hoy desconocemos al gobierno de Enrique Peña Nieto por asesino. Que nos escuche bien el Presidente: podrán venir los días de vacaciones para aquellos que no sienten dolor, pero no habrá descanso para el gobierno peñista. Si no hay Navidad para nosotros, tampoco para el gobierno. Sabemos que la caída de Alexander servirá para que florezca la revolución."

Son las históricas palabras de Felipe de la Cruz, padre de familia de Ayotzinapa, pronunciadas el pasado 6 de diciembre en el centenario de la entrada victoriosa de Emiliano Zapata y Pancho Villa a la ciudad de México. De la Cruz emitió esta declaración de guerra, pacífica y ciudadana, en el Monumento a la Revolución, con sus pies firmemente posados sobre de las criptas donde yacen los restos de Francisco I. Madero, Pancho Villa y Lázaro Cárdenas.

Durante el mismo acto, Omar García, estudiante normalista y gran líder social, aclaró que el objetivo del movimiento no será solamente lograr justicia para los 42 desaparecidos y cuatro muertos de Ayotzinapa, sino acabar con "todos los Abarcas". Cualquiera que sepa escuchar las palabras de Omar entenderá que no se trata solamente de destituir unos cuantos presidentes municipales, sino de efectuar una limpia generalizada de todas las instituciones públicas del país. Así como todos los ciudadanos dignos comparten el dolor de Ayotzinapa, todos los integrantes de la clase política también son infectados por la misma corrupción y cinismo que Abarca...

TEXTO COMPLETO DISPONIBLE EN LA JORNADA