ADQUIERE "EL MITO DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA"

domingo, 30 de noviembre de 2014

"México no tiene Presidente" (Revista Proceso, 30 de noviembre de 2014)

Enrique Peña Nieto, Ángel Aguirre y Rosario Robles en Cochoapa el Grande, después
de atropellar y matar a un niño de 2 años, el pasado 8 de enero de 2014/Foto: Proceso
El jueves pasado constituyó la última oportunidad de Enrique Peña Nieto para demostrar al pueblo mexicano y a la opinión pública internacional que él es en verdad el primer mandatario del país. Si fuera él quien realmente diera las órdenes, hubiera tomado el sartén por el mango, pedido la renuncia de la mayor parte de su gabinete y llamado a un amplio proceso de reconciliación nacional. Una acción clara y valiente de esta naturaleza le hubiera abierto una pequeña ventana de posibilidad para poder cambiar el curso de la historia presente. Pero ya es demasiado tarde.

Este 30 de noviembre de 2014 culmina el segundo año de la presidencia de Peña Nieto con la sociedad de pie y más fuerte que nunca (Saúl Hernández dixit. Video:http://ow.ly/F1xDM). Mientras, tanto la revelación por France 24 de un nuevo grupo de estudiantes desaparecidos en Cocula, Guerrero, como el descubrimiento por Carmen Aristegui de una nueva casa de Grupo Higa al servicio de Peña Nieto, confirman una vez más que el régimen actual está podrido hasta la médula.

Se le cayó la máscara a un sistema mafioso cuyo único interés es matar y robar. Cada día más personas se dan cuenta de que el señor que despacha en Los Pinos no es más que un viejo burócrata de cuarto nivel que solamente sabe seguir órdenes superiores. Es difícil imaginar que el pueblo aguante cuatro años más de las mismas burlas y desprecio de parte de la clase política.

La noche anterior del pomposo anuncio de su nuevo decálogo en Palacio Nacional, Peña Nieto conversó vía telefónica con el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. De acuerdo con una fuente oficial quien habló con el diario El País bajo condición de anonimato, los dos mandatarios platicaron sobre los desaparecidos de Ayotzinapa y coincidieron sobre la “necesidad de seguir trabajando para atender cuestiones que afectan la seguridad”. En otras palabras, Obama dio otro espaldarazo de impunidad a Peña Nieto y palomeó las propuestas que el mandatario mexicano presentaría el próximo día en Palacio Nacional...

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viernes, 28 de noviembre de 2014

"The End of Mexican Democracy" (Al Jazeera America, November 26th, 2014)

Riot police attack protesters in Mexico City on November 20th/Miguel Tovar, Getty Images

With help from the Obama administration, Peña Nieto is brutally reshaping Mexican society

by John M. Ackerman

Even before the tragic kidnapping of 43 students from the Ayotzinapa teachers’ college in late September, Mexico’s President Enrique Peña Nieto was already teetering on the brink. His neoliberal reform agenda, systematic repression of protests and iron-fisted control over the media had turned him into the most unpopular president in recent Mexican history.

The enormous unrest that has erupted in recent days is, therefore, not only about criminality and violence but also social power and democratic politics. And what is at stake in today’s battle for Mexico is not just the future of peace and prosperity for those living south of the Rio Grande but also democracy and justice north of the border.

Before taking office Dec. 1, 2012, Peña Nieto penned an op-ed for The Washington Post in which he tried to assuage concerns about his intimate connections with the most corrupt and backward old guard of the authoritarian Institutional Revolutionary Party, which ruled the country from 1929 until 2000. He encouraged observers to forget about the party’s past and instead look at its “plan to open Mexico’s energy sector to national and foreign private investment.”

Writing on the eve of his first meeting with President Barack Obama in Washington, Peña Nieto claimed that such reforms would “contribute to guaranteeing North American energy independence,” since “Mexico holds the fifth-largest shale gas reserve in the world, in addition to large deep-water oil reserves and a tremendous potential in renewable energy.”

Obama, the U.S. military and Congress eagerly accepted Peña Nieto’s Faustian bargain. They would blindly support his presidency in exchange for quick action on energy reform...

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miércoles, 26 de noviembre de 2014

"Why America Is to Blame for Mexico's Carnage and Corruption" (Foreign Policy, November 26th, 2014)



The crisis over 43 massacred students shows how dysfunctional and corrupt Peña Nieto's government is. And yet Obama keeps patting him on the back.

John M. Ackerman

Mexican protesters are not burning American flags, but they may be soon if the United States doesn't change its approach to its southern neighbor. Whether they will admit it or not, President Barack Obama and the United States Congress are directly responsible for thetragedy of the 43 missing, and likely massacred, student activists in the Mexican state of Guerrero -- and for the political crisis that has followed.

Enormous protests since Sept. 26, the day the students disappeared, have already forced the arrest of the mayor of the city of Iguala, where the incident took place, as well as the resignation of the governor of the state of Guerrero. Hundreds of thousands of Mexicans are now demanding the resignation of President Enrique Peña Nieto himself. On Nov. 20, the 104th anniversary of the Mexican Revolution, tens of thousands of protesters burned an enormous effigy of the president in Mexico City's central Zócalo square while chanting "Peña out!"

The hashtag #YaMeCansé, which translates roughly as "I am sick and tired" and is directed towards Peña Nieto's government, has been tweeted over 146 million times over the last two weeks. The classmates of the missing students have issued an ultimatum for the president to step down on Dec. 1 if he is unable to find the students before then.

Obama's Nov. 20 executive order deferring the deportation of millions of immigrants may allow the president a brief honeymoon with some of the millions of Mexicans with families or relatives in the United States. But this limited gesture is by no means enough to compensate for the enormous damage that the present administration has done to Mexico and the Mexican people. The U.S. government's blind support for Peña Nieto has helped create the context of absolute impunity in which forced disappearances, or massacres, like the one in Iguala are possible...

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lunes, 24 de noviembre de 2014

"El bienio de Peña" (La Jornada, 24 de noviembre, 2014)

Quema de la efigie de Enrique Peña Nieto en el Zócalo #20NovMX
La lucha por la justicia para los estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa se ha convertido rápidamente en una batalla histórica por el presente y el futuro de la nación. De un lado se encuentran las fuerzas de la muerte, la represión, la corrupción y la ignorancia. Del otro lado se levanta el espíritu libertario de un pueblo mexicano lleno de creatividad, dignidad y esperanza.

El contraste entre el insultante y mal actuado video donde Angélica Rivera presume sus millonarias propiedades y cualquier entrevista con Omar García, u otros integrantes de la gran familia de Ayotzinapa, evidencia el insostenible abismo cultural que existe entre la indolente clase gobernante y el pueblo trabajador. Ni Enrique Peña Nieto ni los integrantes de su gabinete podrían sobrevivir un debate público de frente, sinteleprompter, con cualquiera de los estudiantes o padres de familia de Ayotzinapa. Serían avasallados en cuestión de minutos por la enorme claridad, convicción e inteligencia de las voces rebeldes de Guerrero.

Nos malgobierna un grupo de personas incultas, sin educación, ética o conocimiento histórico, cuyo único interés es acumular dinero y poder. Pero su ignorancia los condena a repetir la historia y mantenerse aferrados a un inmovilismo conservador que finalmente causará su contundente derrota. Los vientos de la historia corren con prisa y el enorme ingenio del pueblo mexicano sabrá llenar sus velas con la energía del actual proceso de transformación global.

La quema el pasado 20 de noviembre de la efigie de Peña Nieto, considerado por muchos como el Judas de la nación, anunció al mundo entero el final del sexenio, ahora convertido en bienio, de quien hoy todavía ocupa Los Pinos. Cada momento en que el esposo de la millonaria actriz de Televisa se aferra a la silla, se desgrana y se vacía el poder presidencial. "No es el cargo el que hace al hombre, sino el hombre el que hace al cargo", reza el sabio dicho mexicano. Así que cuando "el hombre" resulta ser un simple monigote de papel, el cargo también se esfuma por definición...

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domingo, 16 de noviembre de 2014

"¿La cuarta será la vencida?" (Revista Proceso, 16 de noviembre, 2014)

Desde 2011, cada año México ha sido convulsionado por un importante estallido social a favor de la transformación de su corrompido sistema político. Hoy, en el cuarto año de protestas, empiezan a brotar las semillas de la concientización, la solidaridad y la organización sembradas por cada uno de los movimientos anteriores. Renacen simultáneamente las luchas de 2011 que cuestionaron la “guerra” en contra del narcotráfico, el levantamiento estudiantil de 2012 que repudió a Enrique Peña Nieto, y las movilizaciones de 2013 en contra de las “reformas estructurales” del Pacto por México. Esta poderosa síntesis dialéctica de diversos actores, causas y estrategias es lo que explica la increíble fuerza del actual movimiento global que reclama justicia para los jóvenes estudiantes de Ayotzinapa.

Nadie sabe hasta dónde llegará este proceso de efervescencia social. Pero lo que ya queda absolutamente claro es que la sociedad mexicana no es de ninguna manera apática o inconsciente. Han fracasado olímpicamente tanto la clase política como los principales consorcios mediáticos en su misión de moldear al pueblo mexicano a imagen y semejanza de la cultura individualista y consumista del norte. México sigue siendo tan latinoamericano como siempre y su pueblo luchará hasta el final para lograr una democracia verdadera, donde las autoridades rindan cuentas al pueblo humilde en lugar de a la oligarquía nacional, los intereses financieros internacionales y los mandatos de Washington.

En este momento no existe ninguna urgencia para “organizar” burocrática o programáticamente la multitud de expresiones de solidaridad que han surgido espontáneamente desde Oaxaca hasta París y desde Chicago hasta Santiago. Si bien el establecimiento de fuertes lazos de coordinación constituye sin duda una misión importante a mediano plazo, intentar ahora centralizar o estructurar formalmente estas expresiones solamente generaría embudos procesales y debates estériles. Lo verdaderamente urgente es que cada quien redoble la cantidad y la calidad de sus intervenciones sociales con el objetivo de terminar de hacer añicos lo más pronto posible el guión de la “normalidad” democrática que nos han querido vender desde el año 2000...

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martes, 11 de noviembre de 2014

"Mexican Hope" (Latino Rebels, November 11, 2014)

November 8 protest in Mexico City. Photo by ProtoplasmaKid (Wikimedia Commons)
The land of Zapata has once again become a beacon of hope in the middle of the arid desert of corruption which today controls politics as usual in Washington, Mexico City, Ottawa and beyond. While Mexico’s President, Enrique Peña Nieto, is busy negotiating deals with international investors and rubbing elbows with world leaders this week at the APEC summit in China and the G20 summit in Australia, his country is exploding at the seams. The good news is that the vast social mobilization engulfing Mexico today holds the seeds for the liberation of Mexicans from decades of political exclusion on both sides of the Río Grande.

Not since the uprising led by the Zapatista National Liberation Army (EZLN) in Chiapas in 1994 has Mexico been convulsed by such a powerful independent citizen movement which seeks to transform the roots of the existing system of repression and inequality. Hundreds of thousands of people have taken to the streets throughout Mexico and in over 80 cities abroad. Students have suspended classes in over 50 schools throughout the country in solidarity with their friends and colleagues of the Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”in Ayotzinapa, Guerrero—the principal victims of the massacre of September 26, 2014.

Dozens of municipalities in the state of Guerrero are now under the control of independent citizen groups, frequently armed although peaceful, who refuse to be the victims of the next massacre. Parents of the kidnapped students shut down Acapulco’s international airport for over four hours this Monday. Banks, shopping centers, government buildings and highways throughout the country have been targeted by the continuous, spontaneous protests which have gripped the nation for the last month and a half. Mexico City’s international airport may even be circled by protesters at the end of this week when Peña Nieto tries to return home from his trip to Asia....

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lunes, 10 de noviembre de 2014

"Después de Peña" (La Jornada, 10 de noviembre, 2014)

Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera llegan a China//Foto: Facebook, Gurú Político
Si México tuviera un régimen parlamentario, Enrique Peña Nieto no regresaría de China. La comprobada ineptitud de su gobierno, así como la enorme desconfianza social en su persona a raíz de la masacre de Iguala obligaría al parlamento a emitir unamoción de censura para destituirlo a él y a todo su gabinete, así como llamar a nuevas elecciones federales. Con motivo de faltas mucho menores a las del actual presidente mexicano, el primer gobierno de Stephen Harper, en Canadá, fue disuelto en 2011 y los mandatos de Gerhard Schroeder, en Alemania, y de Romano Prodi, en Italia, fueron recortados en 2005 y 2008. En un sistema democrático, simplemente no tiene sentido que el titular del gobierno federal se mantenga en su puesto si no cuenta con el apoyo de la población, ya que ello genera una situación de extrema ingobernabilidad.

En los sistemas presidenciales como el mexicano, el procedimiento para el relevo anticipado del titular del Poder Ejecutivo es más complicado, pero no por ello menos necesario. En 1992, a raíz de graves acusaciones de corrupción en su contra, Fernando Collor de Mello renunció como presidente de Brasil. En 1997, el Congreso Nacional de Ecuador destituyó a Abdalá Bucaram por su demostrada "incapacidad mental". En 2001, Fernando de la Rúa abandonó su cargo de presidente de Argentina en medio de una importante crisis económica y social. Los incompetentes presidentes bolivianos Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa también fueron obligados a renunciar en 2003 y 2005. Y en 2000, después de meses de protestas contra la corrupción de su gobierno, Alberto Fujimori renunció a la presidencia de Perú durante un viaje a Japón. Peña haría un gran favor a la patria si siguiera el ejemplo de Fujimori ahora durante su propio viaje a Asia.

Si la masacre de Iguala fue la gota de derramó el vaso de la indignación ciudadana, la conferencia de prensa de Jesús Murillo Karam el viernes pasado fue el colmo del cinismo gubernamental. Para empezar, es importante aclarar que el procurador general de la República técnicamente no "informó" absolutamente nada. Solamente compartió algunas "hipótesis" que surgen de las confesiones videograbadas de tres señores conocidos como El Pato, El Jona y El Chereje preparadas especialmente para su transmisión televisiva en horario estelar. La gran confianza del desacreditado y cansado procurador en la palabra de tres presuntos narcotraficantes, dispuestos a decir cualquier cosa con tal de evitar ser torturados y conseguir su libertad, constituye un excelente botón de muestra del estado de descomposición de la desollada e incinerada "justicia" mexicana...

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lunes, 3 de noviembre de 2014

"Guerrero y el renacimiento de la patria" (Revista Proceso, 3 de noviembre de 2014)

Protesta en Acapulco, Guerrero por masacre en Iguala/ Foto: Alejandro Saldívar, Proceso
In memoriam Pablo Sandoval Ramírez, gran luchador y político guerrerense hoy más imprescindible que nunca. 

Sería difícil encontrar un sitio más apropiado que Iguala de la Independencia, Guerrero, para iniciar el urgente proceso de reconstrucción nacional. Fue ahí donde se concretó la Independencia de México con la firma del Plan de Iguala y la elaboración de la Bandera Nacional el 24 de febrero de 1821. En aquella fecha histórica lograron unirse las diversas fuerzas nacionalistas que después rápidamente derrotarían a la Corona de España. Hoy hace falta repetir aquella hazaña para, con medios pacíficos pero contundentes, derrotar una vez más al despotismo que reina en el país.

Los desesperados esfuerzos del gobierno federal para apagar el fuego de la resistencia ciudadana en Guerrero han resultado contraproducentes. El gobernador interino, Rogelio Ortega, perdió toda credibilidad desde el primer momento de su mandato al comportarse como un servil empleado de Enrique Peña Nieto. En lugar de tomar acciones concretas para encontrar a los estudiantes desaparecidos y resolver la crisis de gobernabilidad en el estado, Ortega acudió a Palacio Nacional para rendir pleitesías y comprometerse a “entregar buenas cuentas” al Virrey contemporáneo.

La reunión de Peña Nieto con los padres de familia y los estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa fue igualmente un fracaso. “Tal parece que se están burlando de nosotros”, señaló con mucha razón el padre de familia Epifanio Álvarez. “Que no se le olvide al gobierno federal que de Guerrero han salido grandes personajes importantes. Le pedimos a la población mantener la ira hasta que nos entreguen a los 43 normalistas”, sentenció otro valiente padre de familia, Felipe de la Cruz. Cada vez son menos creíbles los vacíos compromisos de parte del ocupante de Los Pinos para “llegar al fondo” de la masacre...

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