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Policías mexicanos impiden el paso a migrantes de centroamérica (Fuente: La Jornada) |
John M. Ackerman
Ningún ser humano es ilegal. El hecho de que una persona no cuente con documentos que acrediten su legal estancia en el país de ninguna manera anula sus derechos humanos. Los mexicanos indocumentados que contribuyen con el sudor de su frente a la economía de Estados Unidos no son criminales. Los centroamericanos que buscan refugio en México o quieran transitar en busca de oportunidades económicas al norte, no deben ser tratados como invasores o delincuentes, sino como hermanos y hermanas.
"Venimos en paz y en busca de trabajo", sostuvo Mario Orellana, de 28 años, de San Pedro Sula, Honduras, en entrevista con La Jornada. "El presidente Donald Trump no nos quiere, pero le aseguro que no somos delincuentes. Si escucha mi mensaje, le digo que la mayoría de los integrantes de la caravana de migrantes hondureños somos madres solteras y hombres trabajadores que queremos sacar adelante a nuestros hijos", comparte Isis Ramírez, quien viaja con sus tres hijas de 15, 12 y 10 años.
Dicho y hecho. No existe un solo reporte de la comisión de algún delito por los integrantes de la Caminata Migrante. Los centroamericanos no hacen otra cosa que ejercer su derecho humano al libre tránsito y su movilización responde a la necesidad humana de buscar mejores oportunidades y bienestar.
Pero muchos mexicanos prefieren seguir el lamentable ejemplo de Donald Trump. De la misma manera en que el presidente estadunidense señala a los mexicanos como "invasores" y "violadores", hay quienes asumen una postura abiertamente racista y clasista hacia los centroamericanos. Piden la militarización de la frontera con Guatemala, así como la deportación inmediata de quienes burlaron el control...