ADQUIERE "EL MITO DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA"

lunes, 27 de agosto de 2018

"Hegemonía democrática" (La Jornada, 27 de agosto, 2018)

John M. Ackerman

El fuerte liderazgo de Andrés Manuel López Obrador no debe ser motivo de preocupación, sino de celebración. Después de décadas de presidentes que gobiernan por la fuerza, por medio de la censura, la represión y el fraude, constituye una enorme bocanada de aire fresco contar ahora con un titular del Poder Ejecutivo que prefiere ejercer su liderazgo de manera pacífica por medio del diálogo y la consulta.

Existe una diferencia abismal entre dominar a un pueblo al estilo de los antiguos reyes, como lo han hecho los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) en décadas recientes, y ejercer una hegemonía democrática, como hoy lo hace López Obrador. En ambos escenarios, el presidente de la República goza de un gran poder, pero desde la lógica prianista el pueblo se reduce a ser una agrupación de súbditos cuya única opción es obedecer, mientras desde el enfoque obradorista somos ciudadanos cuyas opiniones y acciones son tomadas en cuenta.

Es un grave error confundir la democracia con la ausencia de liderazgos o de hegemonía. Un sistema político sin líderes, ni ideologías, ni organizaciones políticas o sociales flota a la deriva en medio de los turbulentos mares del poder y el dinero. Quienes despotrican sin distinción alguna contra todos los partidos políticos, los sindicatos y los líderes políticos apuestan, al final de cuentas, a la antipolítica, al individualismo y a la hegemonía del mercado sobre el Estado y de los intereses privados sobre los públicos.

Los sistemas de dominación y control no se desaparecen por sí solos, sino que hace falta derrotarlos por medio de la acción colectiva y la lucha social. Ello se logró, de manera espectacular y totalmente pacífica, en el terreno electoral el pasado primero de julio. Sin embargo, el proceso de transformación revolucionario del sistema político mexicano apenas se inicia. Para poder arrancar de raíz la corrupción, la impunidad y los conflictos de interés hace falta consolidar el liderazgo de López Obrador y profundizar su hegemonía democrática...

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martes, 21 de agosto de 2018

"Educación y ciencia al servicio de la CDMX. Entrevista con Rosaura Ruiz" (Diálogos por la democracia, TV UNAM, 19 agosto, 2018)


Invitada especial, 19 de agosto: Dra. Rosaura Ruiz, miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM y  futura Secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México

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lunes, 20 de agosto de 2018

"Altas expectativas" (Revista Proceso, 19 agosto 2018)

López Obrador recibe su constancia de mayoría del Tribunal Electoral
John M. Ackerman 

Quienes antes se preocupaban por las constantes críticas y descalificaciones de la sociedad civil a las instituciones gubernamentales, hoy, de repente, se angustian por las hipotéticas expectativas “demasiado altas” en torno al gobierno de López Obrador, que se iniciará el próximo 1 de diciembre. 

Las mismas voces que antes regocijaban por el éxito de nuestra fantasiosa “transición democrática” a partir de la alternancia entre el PRI y el PAN, hoy se preocupan por un supuesto retorno al autoritarismo a partir de la celebración de la elección presidencial más democrática en décadas. 

Las mismas plumas que antes defendían a los gobiernos de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo e inflaban las expectativas en las “reformas estructurales” de Enrique Peña Nieto, ahora atacan ferozmente a López Obrador por su supuesto priismo. 

Estas aparentes contradicciones en realidad no lo son. Cada una de estas posiciones buscan un mismo objetivo: la desmovilización social y la pasividad ciudadana. 

El mito de la transición democrática tenía el propósito de convencer a los mexicanos de que habíamos llegado al “fin de la historia” y que ya no valía la pena “luchar” por una transformación política de fondo, sino que habría que confiar en que la nueva “institucionalidad democrática” fuera resolviendo por sí sola los grandes problemas nacionales...

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miércoles, 15 de agosto de 2018

"Peña Nieto heredará una deuda de 10 billones de pesos a López Obrador" (Videocolumna, RT en español, 15 de agosto, 2018)

"LA BATALLA POR MÉXICO"
VIDEOCOLUMNA SEMANAL
15 AGOSTO 2018
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"Magistrados jurásicos" (La Jornada, 13 de agosto, 2018)

John M. Ackerman

La sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judi­cial de la Federación (TEPJF) no tuvo otra opción que avalar el contundente triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las urnas. La participación ciudadana fue tan contundente y la distancia entre el primero y el segundo lugares tan amplia que las instituciones electorales fueron obligadas a aceptar la derrota de la lógica de la simulación burocrática y el fraude sistemático a manos de una ciudadanía cada vez más consciente, participativa y esperanzada.

Pero todavía le quedan algunos coletazos al dinosaurio antes de que caiga definitivamente al piso. En días recientes, varios tribunales electorales locales al servicio del Prianrd han entrado en acción con el fin de cancelar victorias y mayorías ganadas legítimamente por Morena en las urnas. Con enorme cinismo, los magistrados recurren a argumentaciones espurias y disparates jurídicos con el fin de vestir de seda a estos evidentes atropellos a la legalidad, en los estados de México, Guerrero, Nuevo León, Baja California Sur y Ciudad Juárez.

En la entidad mexiquense, frente al pavor del gobernador Alfredo del Mazo de tener que enfrentar a un Congreso opositor, el primo de Enrique Peña Nieto ha torcido el brazo de los magistrados del tribunal electoral local para que borren de un plumazo todos y cada uno de los 10 diputados plurinominales locales que habían sido otorgados a Morena.

Para lograr este fin, los magistrados recurrieron al ingenioso, pero totalmente inaceptable malabar jurídico de equiparar la coalición Juntos Haremos Historia a un partido político. Esta metáfora no encuentra respaldo alguno en la legislación, que en toda ocasión refiere exclusivamente a los partidos y jamás a las coaliciones a la hora de repartir los diputados plurinominales...

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lunes, 6 de agosto de 2018

"RIP PRI" (Revista Proceso, 5 de agosto, 2018)

John M. Ackerman

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) nunca ha sido solamente un partido político. Desde su creación en 1946, este instituto político fue diseñado con el claro propósito de generar un nuevo régimen autoritario, corrupto y neoliberal, para repudiar las conquistas de la Revolución Mexicana y desandar el camino de justicia social trazado durante el sexenio de Lázaro Cárdenas del Río entre 1934 y 1940. Si bien el PRI nunca fue una institución monolítica, e incluso llegó a albergar una fuerte ala progresista en algunos momentos de su larga historia, la lógica general del viejo partido de Estado siempre ha sido una de control social, simulación burocrática y de defensa de intereses particulares. 

Cárdenas había visualizado otro futuro para la Revolución. Demócrata convencido y con un compromiso irrestricto con el principio de “Sufragio efectivo, no reelección”, en lugar de buscar su permanencia personal en el poder Don Lázaro le apostó a la organización social por medio de la creación del Partido de la Revolución Mexicana (PRM) el 30 de marzo de 1938. De acuerdo con Cárdenas, la única forma para garantizar la verdadera continuidad de las enormes conquistas sociales de su sexenio era por medio de la organización, la participación y la concientización ciudadana. 

Cárdenas tenía perfectamente claro que los Presidentes de la República que vendrían después de él muy probablemente no contarían con la misma convicción justiciera o compromiso con la soberanía nacional. Así que era necesario blindar la Revolución desde abajo y a la izquierda a partir de la creación de un nuevo partido de masas que contaría con suficiente fuerza para exigirle cuentas y demandar efectividad a cualquier futuro gobernante. 

El nuevo partido también tenía el propósito de corregir por el reprobable caciquismo y corrupción que se habían apoderado del Partido Nacional Revolucionario (PNR), creado por el sonorense Plutarco Elías Calles en 1929. La creación del PRM sería entonces un vehículo simultáneamente para el empoderamiento social y para lograr la institucionalidad democrática...

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jueves, 2 de agosto de 2018