ADQUIERE "EL MITO DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA"

miércoles, 26 de septiembre de 2018

martes, 25 de septiembre de 2018

"La apuesta formativa de Morena" (Revista Proceso, 23 septiembre, 2018)

John M. Ackerman

Morena ha tomado la decisión histórica de dedicar la mitad de su presupuesto a la formación política. A partir del 1 de enero de 2019 entrará en acción un nuevo Instituto de Formación Política (IFP) que será autónomo de la dirección política del partido y cuyo propósito será fortalecer el movimiento a partir de procesos permanentes de educación, debate, intercambio e información entre los militantes. 

El IFP será dirigido por Rafael Barajas, El Fisgón, y formaremos parte de su Consejo Directivo Paco Ignacio Taibo II, Pedro Miguel y un servidor, entre otros.

Nunca antes en la historia de México ha existido un partido que haya hecho una apuesta tan clara a favor de la formación de sus militantes. Es probable incluso que jamás haya existido un instituto político en el mundo entero que haya dado tan alta prioridad al tema de la educación política. 

Morena ya conquistó electoralmente a los gobiernos federal, de la Ciudad de México, de Veracruz, de Tabasco, de Morelos y de Chiapas, así como numerosas presidencias municipales de gran importancia a lo largo y ancho del país. El partido también controla tanto el Congreso de la Unión como la mayoría de los Congresos locales. 

Ya no es necesario utilizar los recursos del movimiento para construir opciones de educación formal para los jóvenes. El importante proyecto de las “escuelas universitarias”, que movilizó la mitad de los recursos del partido para fundar y mantener 20 diferentes institutos de educación superior, ahora será retomado por los gobiernos de Morena. La coordinadora del proyecto, Raquel Sosa, ya trabaja en la expansión y la consolidación del proyecto desde la SEP federal.

Pero el compromiso de Morena con la educación no se acaba con la incorporación de su exitoso primer proyecto educativo al nuevo gobierno democrático. Ahora se canalizará la mitad de los recursos públicos del partido hacia un ambicioso programa de formación política y social entre los militantes y con la ciudadanía en general...

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lunes, 24 de septiembre de 2018

"¿El fin del partido 'tricolor'?" (La Jornada, 24 de septiembre, 2018)

John M. Ackerman

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene toda su historia abusando de los colores y los símbolos patrios para fines electorales. Desde su creación en 1946, el viejo partido de Estado ha seguido la práctica de sus predecesores, el Partido Nacional Re­volucionario (PNR) y el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), de utilizar la bandera nacional como su emblema.

De esta manera, este partido político ha querido dar la impresión de enarbolar la esencia misma de la patria, de representar y encarnar al nacionalismo mexicano. Es común que sus operadores sugieran a los ciudadanos más humildes "cruzar la banderita" a la hora de votar. Y en cada festejo patrio se promueve, también de manera subliminal, al partido tricolor.

Desde hace tiempo la oposición ha demandado el fin de este uso faccioso y populista de la bandera mexicana. A lo largo de las décadas recientes se han presentado múltiples iniciativas en favor de prohibir el uso electoral de los símbolos patrios en aras de cuidar la equidad en los procesos electorales.

Estas iniciativas nunca han fructificado por la presencia tan importante del mismo PRI en el Congreso de la Unión, junto con sus aliados de PAN, PVEM, ­Panal y PRD. Pero hoy que, por fin, tanto la Cámara de Diputados como el Senado se encuentran en manos de las fuerzas democráticas, resurge la oportunidad de acabar con el populismo priísta, así como requilibrar el tablero simbólico en materia electoral.

Recordemos que aun a pesar de la movilización de enormes cantidades de recursos públicos y privadosilegales en favor de la candidatura de José Antonio Meade, solamente 14 por ciento de los votantes "cruzaron la banderita" en las elecciones presidenciales del pasado primero de julio. Este descalabro electoral deja al PRI en la peor situación de su historia...

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viernes, 21 de septiembre de 2018

"The Mexican Political Transformation in Global Context" (Conferences in Copenhague and Paris, September, 2018)

A NEW MEXICO?

John M. Ackerman at the Danish Institute for International Studies, Copenhague, Denmark

Full video available here: https://www.diis.dk/en/event/a-new-mexico

John M. Ackerman at the Institut de Relations Internationales et Stratégiques, Paris, France

Video summary here: http://www.iris-france.org/118226-mexico-what-projects-and-challenges-for-amlo-the-new-president/

jueves, 20 de septiembre de 2018

"The Mexican Breakthrough" (Social Justice, 15 de septiembre, 2018)

John M. Ackerman

The historic victory of Andrés Manuel López Obrador in the July 1st Mexican presidential election stands out as a beacon of hope amidst the turbulent sea of contemporary global politics. The collapse of the post–Cold War political establishment has conjured up a panoply of increasingly strange and dangerous demons throughout the globe, including Donald Trump, Emmanuel Macron, Rodrigo Duterte, Mauricio Macri, and Kim Jong-un, among others.

Mexico could have easily followed the same path of intolerance, elitism, and exclusion. Indeed, this was the generally expected outcome for the 2018 elections. Just as the corrupt establishment had stolen the presidential contests of 2006 and 2012, many assumed that the ruling Party of the Institutional Revolution (PRI), along with its long-time ally, the right-wing Party of National Action (PAN), would find a way to defeat, exclude, or simply eliminate López Obrador.

The playing field was significantly tilted in favor of the authoritarian coalition. The “PRIAN,” the acronym used to represent the union built over the last three decades between the two establishment parties, controls the electoral authorities and enjoys the support of the national oligarchy and international financial capital. This coalition also counted on the mobilization of an extensive network of clientelistic government programs, vote-buying schemes, and intimidation tactics to “get out the vote” on election day.

Nevertheless, against all odds, López Obrador emerged victorious, thanks to an excellent campaign and the massive groundswell of citizen participation and popular indignation with the status quo of violence, corruption, poverty, electoral fraud, institutional failure, and neoliberal policies. He received 53% of the vote, completely routing his competitors, Ricardo Anaya of the PAN, who received 22%, and José Antonio Meade of the PRI, who was left in a distant third place with 16% of the vote. The former party of the left, the Party of the Democratic Revolution (PRD), was brutally punished by the electorate for having allied with the Enrique Peña Nieto government since 2012 and then having endorsed Anaya during the 2018 campaign. It received only 2% of the presidential vote.

The 30 million votes López Obrador received on election day make him the most highly voted president in Mexican history. Vicente Fox (PAN) received only 15 million votes in 2000, the first time the PRI was defeated at the ballot box. Enrique Peña Nieto (PRI) received 19 million in the last presidential elections, held in 2012....

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martes, 11 de septiembre de 2018

"La UNAM, de pie" (La Jornada, 10 de septiembre, 2018)

John M. Ackerman

Les salió el tiro por la culata a los provocadores que enviaron porros violentos a amedrentar los estudiantes que protestaban pacíficamente en la explanada de Rectoría el pasado 3 de septiembre. En lugar de generar un escenario de choque, de violencia y de división, la agresión ha unido y puesto en movimiento a la comunidad ­universitaria.

La perversa transparencia con la cual actuaron los agresores, lanzándose encima de estudiantes inermes con palos, petardos y cuchillos a plena luz del día y a las puertas de la sede de la máxima casa universitaria, demuestra que no fue una expresión de la delincuencia común, sino un brutal acto de intimidación política.

Quisieron enviar un doble mensaje. Por un lado, se buscó infundir miedo entre los estudiantes con el fin de evitar un contagio del exitoso movimiento del Colegio de Ciencias y Humanidades Azcapotzalco. Recordemos que el 30 de agosto los estudiantes de ese plantel ya habían logrado la renuncia de su directora, Guadalupe Márquez Cárdenas, y el movimiento avanzaba con gran alegría en favor de una mejor transparencia administrativa, calidad educativa, participación democrática y artística, así como atención a los problemas de inseguridad y de porrismo.

La marcha a Rectoría del 3 de septiembre colocaba estos importantes temas en el centro de la agenda universitaria y nacional, algo inaceptable para los grupos más retrógrados, tanto dentro como fuera de la universidad.

Ya era mucho para los representantes del viejo sistema haber recibido una paliza tan fuerte en las urnas el primero de julio como para también tener que aguantar la democratización de la máxima casa de estudios. Así que alguien dio la orden de cortar de tajo al movimiento, mandando golpeadores en contra de los jóvenes. Llama poderosamente la atención la similitud de este modus operandi y aquel utilizado sistemáticamente por Enrique Peña Nieto y Miguel Ángel Mancera para desactivar las marchas juveniles a lo largo de sus sexenios correspondientes...

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martes, 4 de septiembre de 2018

"Entrevista in extenso con Olga Sánchez Cordero: Agenda legislativa y Estado de derecho" (Diálogos por la democracia, TV UNAM, 2 de septiembre, 2018)

"DIALOGOS POR LA DEMOCRACIA" 
TODOS LOS DOMINGOS A LAS 19:30 HORAS EN TV UNAM

Invitada especial del 2 de septiembre: Olga Sánchez Cordero, Senadora de la República, Ex-ministra de la Suprema Corte y futura Secretaria de Gobernación.

ENTREVISTA COMPLETA DISPONIBLE EN

SITIO TV UNAM:

YOUTUBE:


domingo, 2 de septiembre de 2018

"El renacimiento del Congreso de la Unión" (Revista Proceso, 2 de septiembre, 2018)

John M. Ackerman

El Congreso de la Unión está diseñado para ser una institución indomable, un ágora para el debate público y una casa para la interacción constante entre el pueblo y sus representantes. Es el poder del Estado mexicano que más auténticamente enarbola y representa las causas populares. 

La Cámara de Diputados, en particular, es el recinto que mejor refleja la enorme diversidad geográfica e ideológica de la nación. Los 300 diputados de distrito provienen de cada uno de los rincones de la república, desde Tijuana hasta Tapachula, desde Monterrey hasta Cancún. Y los 200 diputados plurinominales garantizan la representación de la más amplia diversidad de posiciones ideológicas, incluyendo izquierdistas, conservadores, anarquistas, liberales, socialistas, moderados y “ultras”, entre otros. 

Es precisamente por esta pluralidad, dinamismo y participación tan características del Poder Legislativo que los Presidentes de la República de los últimos dos sexenios, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, han hecho todo lo posible por cancelar su relevancia y autonomía. Como presidentes que llegaron al poder a partir de votaciones minoritarias y altamente cuestionadas, ambos mandatarios han tenido un terrible pavor a la voz del pueblo expresado por medio de sus representantes populares. 

Calderón, por ejemplo, pactó con Manlio Fabio Beltrones, en 2008, reformar el artículo 69 de la Constitución con el fin de eliminar el requisito de que el Presidente de la República acuda personalmente a la Cámara de Diputados cada primero de septiembre para rendir su informe de labores. Ello fue en respuesta a las aguerridas protestas protagonizadas por la bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados, en contra de Vicente Fox con motivo de la presentación de su sexto informe y del mismo Calderón durante su primer informe, a raíz del fraude electoral de 2006...

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