En lugar de realizar su primera visita de Estado a México, tal como en 2001 lo hiciera George W. Bush cuando fue recibido por Vicente Fox en su rancho, Barack Obama decidió atender a Felipe Calderón en Estados Unidos en una reunión informal y sin su investidura presidencial. Mientras Fox tuvo la oportunidad de recibir a Bush en su propio territorio y dialogar con un presidente en funciones, Calderón se vio obligado a hacer maletas para comer mole en Washington con un presidente electo sin poder alguno.
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