En el actual contexto caracterizado por la profunda crisis económica, la abierta polarización política y el claro desprestigio institucional, las buenas noticias se agradecen como un vaso de agua fresca en un árido desierto.
El pasado miércoles, 17 de junio la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio una muy grata sorpresa al defender de manera contundente la libertad de expresión y el acceso a la información pública. Por unanimidad, los integrantes de la Primera Sala respaldaron el proyecto presentado por el Ministro José Ramón Cossío, y elaborado por los Secretarios de Estudio y Cuenta Francisca Pou y Roberto Lara, que otorga un amparo definitivo al director de un periódico local de Guanajuato, Jesús Orozco Herrera en contra de las denuncias del ex-presidente municipal de Acámbaro, Guanajuato, Antonio Novoa.
El único delito que supuestamente había cometido Orozco, director del periódico “La Antorcha” de Acámbaro, era permitir la publicación de una entrevista al ex-chofer del presidente municipal en que le acusaba a su anterior jefe del desvío de recursos públicos así como de haber sostenido relaciones sexuales con importantes figuras públicas del sexo masculino. Enfadado, Novoa echó mano de la retrógrada y autoritaria Ley de Imprenta del Estado de Guanajuato para demandar penalmente a Orozco por daño moral y así obligarlo a realizar una travesía de casi tres años por las diferentes estancias de la justicia local y federal.
El pasado miércoles, 17 de junio la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio una muy grata sorpresa al defender de manera contundente la libertad de expresión y el acceso a la información pública. Por unanimidad, los integrantes de la Primera Sala respaldaron el proyecto presentado por el Ministro José Ramón Cossío, y elaborado por los Secretarios de Estudio y Cuenta Francisca Pou y Roberto Lara, que otorga un amparo definitivo al director de un periódico local de Guanajuato, Jesús Orozco Herrera en contra de las denuncias del ex-presidente municipal de Acámbaro, Guanajuato, Antonio Novoa.
El único delito que supuestamente había cometido Orozco, director del periódico “La Antorcha” de Acámbaro, era permitir la publicación de una entrevista al ex-chofer del presidente municipal en que le acusaba a su anterior jefe del desvío de recursos públicos así como de haber sostenido relaciones sexuales con importantes figuras públicas del sexo masculino. Enfadado, Novoa echó mano de la retrógrada y autoritaria Ley de Imprenta del Estado de Guanajuato para demandar penalmente a Orozco por daño moral y así obligarlo a realizar una travesía de casi tres años por las diferentes estancias de la justicia local y federal.
Artículo completo disponible en:
http://www.libertad-expresion.org.mx/noticias/prensa-libre/#more-2465 (Libertad de Expresión.org)
http://www.cencos.org/es/node/21052 (CENCOS)