John M. Ackerman
Los principios revolucionarios y de transformación social que conforman el eje vertebral de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) siguen hoy más vigentes que nunca. Hoy a 99 años de su promulgación el 5 de febrero de 1917, México no necesita una nueva Constitución ni un “reordenamiento” del viejo texto, y mucho menos otras “reformas estructurales” neoliberales. En lugar de buscar vías para cancelar, matizar o suavizar el legado de la Revolución Mexicana y la vigencia de nuestra histórica Carta Magna, habría que construir caminos para finalmente hacer valer el enorme abanico de derechos que todos ya tenemos de acuerdo con la ley.
“Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil”, reza la primera frase del artículo 123 de la Constitución. Cualquier persona que hoy se encuentra sin trabajo, o con un empleo que no lo dignifique como ser humano, se encuentra en franca violación del pacto nacional y social. La situación de las docenas de millones de desempleados y subempleados, así como de la multitud de personas quienes hoy laboran en el mercado informal o para grandes consorcios internacionales en condiciones deplorables, constituyen una abierta afrenta al Estado de derecho.
“Toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El Estado lo garantizará”, señala el artículo cuarto de la Constitución. El mismo artículo garantiza que todos los mexicanos también tengan acceso a “la protección de la salud”, “un medio ambiente sano”, “el agua en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible” y una “vivienda digna y decorosa”.
¿Usted, su familia, sus colegas y sus vecinos tienen satisfechas todas y cada una de estas necesidades básicas? Si es el caso, usted se encuentra entre las personas más privilegiadas del país, y además se mueve en un mundo enclaustrado, totalmente apartado de la vida cotidiana de la gran mayoría de sus compatriotas. Los derechos sociales más básicos de decenas de millones de personas son violados de manera flagrante todos los días y a todas horas en México...
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