El encuentro de los gabinetes de seguridad de Estados Unidos y México que tendrá lugar mañana podría marcar el inicio de una peligrosa nueva época de la relación entre ambos países. El fracaso del gobierno de Felipe Calderón en asegurar la paz y el estado de derecho en nuestro país constituye la mascarada perfecta para justificar un renovado intervencionismo estadunidense. Es necesario mantenernos en alerta para evitar que se sacrifique la soberanía nacional ante la desesperación por contener la crisis en materia de seguridad pública haiga sido como haiga sido”.
Uno de los riesgos más evidentes de la estrategia de Calderón cuando hace tres años envió los militares a las calles fue que la eventual derrota en su “guerra contra el narcotráfico” dejaría al Estado mexicano en una situación de vulnerabilidad extrema. Dado que el Presidente quemó su último “cartucho” desde el principio de su sexenio, el Poder Ejecutivo queda hoy con muy pocas opciones para el futuro. En este contexto, Washington está listo para sacar provecho de la situación, eso sí bajo el discurso de “salvar” al gobierno mexicano de su propia desgracia.
Sería difícil exagerar la importancia de esta reunión, que contará con la presencia simultánea del secretario de Defensa, Robert Gates, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el presidente de las fuerzas armadas conjuntas, Mike Mullen, la secretaria de Seguridad de la Patria, Janet Napolitano, y el director de Inteligencia Nacional, Dennis Blair.
Uno de los riesgos más evidentes de la estrategia de Calderón cuando hace tres años envió los militares a las calles fue que la eventual derrota en su “guerra contra el narcotráfico” dejaría al Estado mexicano en una situación de vulnerabilidad extrema. Dado que el Presidente quemó su último “cartucho” desde el principio de su sexenio, el Poder Ejecutivo queda hoy con muy pocas opciones para el futuro. En este contexto, Washington está listo para sacar provecho de la situación, eso sí bajo el discurso de “salvar” al gobierno mexicano de su propia desgracia.
Sería difícil exagerar la importancia de esta reunión, que contará con la presencia simultánea del secretario de Defensa, Robert Gates, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el presidente de las fuerzas armadas conjuntas, Mike Mullen, la secretaria de Seguridad de la Patria, Janet Napolitano, y el director de Inteligencia Nacional, Dennis Blair.
Texto completo del artículo disponible en: http://www.jornada.unam.mx/2010/03/22/index.php?section=opinion&article=021a2pol