El lanzamiento de la Iniciativa México (IM) demuestra que el país se acerca de forma franca hacia el totalitarismo. Bajo este sistema político, la clase dominante no se conforma con el ejercicio de la autoridad desde las instituciones gubernamentales, sino que despliega agresivas campañas propagandísticas con el fin de controlar la totalidad de la vida pública y privada de los ciudadanos. Tales intentos de "reducación” cívica típicamente prometen “liberar” al pueblo de una historia de “atraso”. Aspiran a crear un país ficticio a partir de una “revolución cultural” que instale nuevos valores y prácticas.
El principal objetivo de IM es domesticar el histórico espíritu libertario del pueblo mexicano, manifiesto durante la Independencia, la Revolución y la lucha por la democracia. En lugar de generar nuevas claves de convivencia social a partir de una valoración crítica de la historia nacional, la iniciativa busca minar la autoestima del pueblo a través de la repudiación de su pasado. Javier Aguirre llama a “enterrar el México de los complejos” y “alumbrar el México de hombres y mujeres seguros de sí mismos”. Invita a “dejar atrás el México que busca culpables” y “dar paso al México en que todos asumimos responsabilidades”.
El enfoque se asemeja a las estrategias de choque utilizadas en algunos centros de rehabilitación de dudosa procedencia que obligan a los internos a primero denigrarse al extremo con tal de reconocer sus errores pasados. IM busca generar una crisis de identidad y un vacío espiritual en el pueblo mexicano que posteriormente pueda ser llenado con mensajes propagandísticos artificiales diseñados directamente por la clase política y empresarial.
El principal objetivo de IM es domesticar el histórico espíritu libertario del pueblo mexicano, manifiesto durante la Independencia, la Revolución y la lucha por la democracia. En lugar de generar nuevas claves de convivencia social a partir de una valoración crítica de la historia nacional, la iniciativa busca minar la autoestima del pueblo a través de la repudiación de su pasado. Javier Aguirre llama a “enterrar el México de los complejos” y “alumbrar el México de hombres y mujeres seguros de sí mismos”. Invita a “dejar atrás el México que busca culpables” y “dar paso al México en que todos asumimos responsabilidades”.
El enfoque se asemeja a las estrategias de choque utilizadas en algunos centros de rehabilitación de dudosa procedencia que obligan a los internos a primero denigrarse al extremo con tal de reconocer sus errores pasados. IM busca generar una crisis de identidad y un vacío espiritual en el pueblo mexicano que posteriormente pueda ser llenado con mensajes propagandísticos artificiales diseñados directamente por la clase política y empresarial.
Artículo completo disponible en:
http://www.jornada.unam.mx/2010/06/14/index.php?section=opinion&article=026a1pol