Consejeros Valdés y Guerrero/Foto: CRodríguez, jornada.com |
Flaco favor hacen a la democracia los consejeros del IFE al fingir que no pasa nada con la ausencia de tres integrantes del Consejo General. Pero aún más daño provocan los finalistas para ocupar las vacantes al creer que calladitos se ven más bonitos, pues con su silencio avalan un proceso de selección totalmente amañado, ilegal y fallido. Los diputados federales por sí solos difícilmente llegarán mágicamente a un acuerdo sobre los tres nuevos consejeros. Hace falta un contundente llamado de atención para obligarlos a cumplir con su responsabilidad constitucional.
Si los actuales integrantes del Consejo General realmente estuvieran comprometidos con la fortaleza de la democracia mexicana, simplemente se negarían a trabajar en un contexto de anticonstitucionalidad y bajo las infamantes condiciones en que se encuentran. Es absolutamente falso que la actual conformación del Consejo General no es impedimento para resolver asuntos oportunamente y que el IFE esté debidamente preparado para organizar con la mayor eficiencia las elecciones federales, como señala la autoridad electoral en una costosa inserción pagada el pasado viernes.
Algunos asuntos de la mayor importancia se encuentran totalmente detenidos. Por ejemplo, la multa de 289 millones de pesos al Partido Verde por su abierta burla a la ley electoral durante las campañas de 2009 y la emisión del nuevo reglamento para la transmisión de los anuncios partidistas en radio y televisión. Un IFE integrado de manera inconstitucional pone en riesgo la validez de las elecciones federales de 2012.
Habría que recordar que 2012 será la primera elección presidencial en que se aplique la reforma constitucional de 2007, que aumentó significativamente las facultades del instituto. Los consejeros tuvieron su primera experiencia de lo que esto implicaba durante los comicios federales de 2009, cuando se triplicaron las sesiones del Consejo General. No sería exagerado imaginar que durante la campaña de 2012 el consejo tuviera que sesionar literalmente todos los días para resolver procedimientos sancionadores y decidir medidas cautelares....
Si los actuales integrantes del Consejo General realmente estuvieran comprometidos con la fortaleza de la democracia mexicana, simplemente se negarían a trabajar en un contexto de anticonstitucionalidad y bajo las infamantes condiciones en que se encuentran. Es absolutamente falso que la actual conformación del Consejo General no es impedimento para resolver asuntos oportunamente y que el IFE esté debidamente preparado para organizar con la mayor eficiencia las elecciones federales, como señala la autoridad electoral en una costosa inserción pagada el pasado viernes.
Algunos asuntos de la mayor importancia se encuentran totalmente detenidos. Por ejemplo, la multa de 289 millones de pesos al Partido Verde por su abierta burla a la ley electoral durante las campañas de 2009 y la emisión del nuevo reglamento para la transmisión de los anuncios partidistas en radio y televisión. Un IFE integrado de manera inconstitucional pone en riesgo la validez de las elecciones federales de 2012.
Habría que recordar que 2012 será la primera elección presidencial en que se aplique la reforma constitucional de 2007, que aumentó significativamente las facultades del instituto. Los consejeros tuvieron su primera experiencia de lo que esto implicaba durante los comicios federales de 2009, cuando se triplicaron las sesiones del Consejo General. No sería exagerado imaginar que durante la campaña de 2012 el consejo tuviera que sesionar literalmente todos los días para resolver procedimientos sancionadores y decidir medidas cautelares....
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