Luis Javier Garrido/Foto:Carlos Ramos, jornada.com |
Luis Javier Garrido, in memoriam, ejemplo de valentía y lucidez
Una generación de escritores y pensadores que dedicaron sus vidas a exhibir los abusos del poder y combatir el cinismo de la clase política se nos está yendo. En los últimos dos años han partido Luis Javier Garrido, Miguel Ángel Granados Chapa, Carlos Monsiváis, Carlos Montemayor, Guillermo O’Donnell, Germán Dehesa, Bolívar Echeverría, José Saramago y Rafael Jacobo, entre muchos otros grandes intelectuales, a quienes debemos los pocos avances que hoy existen en materia democrática en el país. La muerte de estas figuras deja un enorme vacío que muy difícilmente podrá ser llenado a corto plazo.
Mientras, los poderosos están de plácemes. Llenan el silencio post mortem de nuestros héroes caídos con el ruido distractor de los comentaristas mediáticos que prefieren vociferar y quedar bien, antes que pensar y sacudir las conciencias. Nos encontramos ahogados en un mar de análisis sin profundidad cuyo principal objetivo es apagar la flama de la esperanza ciudadana y convencernos de que otro mundo es simplemente imposible. Los manipuladores saben perfectamente bien que la depresión y los fatalismos del pueblo son los mejores aliados del status quo.
Pero, a contrapelo de esta apuesta por la pasividad ciudadana, ha surgido una nueva generación de jóvenes que no están dispuestos a rendirse ante los amagos del poder. Con su interpelación a Felipe Calderón el lunes pasado en Guadalajara, Tonatiuh Moreno habló a nombre de millones de jóvenes empresarios hartos de la soberbia y la sordera del actual Presidente de la República. Las valientes palabras de Valentina Rosendo, en el acto de disculpa pública del Estado Mexicano por haber permitido su abuso sexual por militares en Guerrero, demostraron a todos los jóvenes indígenas del país que es posible resistirse al poder policiaco-militar que cada día se adueña de franjas más amplias de la nación...
Mientras, los poderosos están de plácemes. Llenan el silencio post mortem de nuestros héroes caídos con el ruido distractor de los comentaristas mediáticos que prefieren vociferar y quedar bien, antes que pensar y sacudir las conciencias. Nos encontramos ahogados en un mar de análisis sin profundidad cuyo principal objetivo es apagar la flama de la esperanza ciudadana y convencernos de que otro mundo es simplemente imposible. Los manipuladores saben perfectamente bien que la depresión y los fatalismos del pueblo son los mejores aliados del status quo.
Pero, a contrapelo de esta apuesta por la pasividad ciudadana, ha surgido una nueva generación de jóvenes que no están dispuestos a rendirse ante los amagos del poder. Con su interpelación a Felipe Calderón el lunes pasado en Guadalajara, Tonatiuh Moreno habló a nombre de millones de jóvenes empresarios hartos de la soberbia y la sordera del actual Presidente de la República. Las valientes palabras de Valentina Rosendo, en el acto de disculpa pública del Estado Mexicano por haber permitido su abuso sexual por militares en Guerrero, demostraron a todos los jóvenes indígenas del país que es posible resistirse al poder policiaco-militar que cada día se adueña de franjas más amplias de la nación...
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