ADQUIERE "EL MITO DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA"

lunes, 26 de diciembre de 2016

"Lo peor está por venir" (Revista Proceso, 25 de diciembre, 2016)

Escasez de gasolina en México, país petrolero
John M. Ackerman

El gran filósofo y dirigente italiano Antonio Gramsci conminaba a mantener siempre un sano “pesimismo del intelecto” combinado con un decidido “optimismo de la voluntad”. De esa manera evitamos tanto engañarnos con cuentos de hadas sobre una supuesta transformación mágica del país en el futuro como caer en una depresión inmovilizadora que nos hacen cómplices de nuestra propia destrucción.

En este fin de año es importante tomar el tiempo para abrirnos los ojos con respecto a la tragedia de 2016 y la crisis que se acerca en 2017. Pero asomarnos al abismo no debe implicar que nos arrojemos en el. Con consciencia, entrega y organización, el nuevo año también podría ser el momento en que finalmente logremos establecer las alianzas necesarias para hacer realidad el sueño de reconstruir la Nación.

La violencia está fuera de control. Aunque la mayoría de los medios de comunicación intenten esconder la verdad, la realidad es que la tasa de homicidios se mantiene en el mismo nivel en que lo dejó Felipe Calderón en 2012. De acuerdo con las cifras oficiales del INEGI, terminaremos 2016 con aproximadamente 20,000 homicidios en el año. En apenas cuatro años del gobierno de Enrique Peña Nieto ya hemos alcanzado casi la misma cantidad de homicidios dolosos que en los seis años del gobierno de Calderón. 

La corrupción desbordada ha colapsado las instituciones públicas. Los casos de los gobernadores salientes Javier Duarte, Roberto Borge y Guillermo Padrés son particularmente escandalosos, pero apenas constituyen la punta del proverbial iceberg. Conocemos algunos detalles sobre estos casos porque los nuevos gobernadores buscan utilizar la exhibición de la corrupción de sus antecesores para dar la impresión de que ellos serían diferentes. Sin embargo, los mexicanos sabemos perfectamente bien que personajes como Miguel Ángel Yunes, Carlos Joaquín y Claudia Pavlovich también forman parte de la misma mafia corrupta que ha malgobernado el país desde hace décadas. 

Pavlovich siempre ha sido del PRI y es absolutamente fiel a las redes de corrupción estructural sembradas desde hace décadas en el Estado de Sonora por personajes como Manlio Fabio Beltrones. Yunes fue durante mucho tiempo el brazo derecho de Elba Esther Gordillo y compitió en contra de su primo, Héctor Yunes, quien se mantiene en el PRI, para la gubernatura de Veracruz. Miguel Ángel tiene fuertes acusaciones en su contra tanto por desvío de recursos públicos en sus cargos anteriores como por abuso de menores. El nuevo gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, es también un viejo PRIista que saltó del barco para poder ser candidato por la alianza perversa del PANRD. Carlos es el primo de Pedro Joaquín Coldwell, Secretario de Energía de Peña Nieto y el hombre responsable por la privatización del petróleo nacional y también por la próxima alza en los precios de la gasolina en 2017....

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viernes, 23 de diciembre de 2016

"Entrevista in extenso a John Ackerman sobre AMLO, EZLN, Trump y más" (El Hijo del Rayo, Diciembre, 2016)

¿POR QUÉ APOYAR A LÓPEZ OBRADOR HACIA 2018?
¿ES POSIBLE UNA ALIANZA ENTRE LA IZQUIERDA ELECTORAL Y LA IZQUIERDA SOCIAL?

ACCESO DIRECTO A LA ENTREVISTA EN YOUTUBE: 

lunes, 19 de diciembre de 2016

"Nochixtlán: seis meses de impunidad" (La Jornada, 19 de diciembre, 2016)

Policías disparan en contra del pueblo de Nochixtlán el 19 de junio de 2016
John M. Ackerman

Hoy se cumplen seis meses del brutal y cobarde asalto al pueblo mixteco por la policía estatal, la policía federal y la Gendarmería, el 19 de junio de 2016, en el cual murieron ocho y fueron heridos de bala más de 100 indígenas en el pueblo de Nochixtlán, Oaxaca. Hasta la fecha, ni un solo agente o mando ha sido castigado por su responsabilidad en este evidente crimen de Estado. Con esta enorme huella de impunidad se busca mandar el mensaje de que el gobierno puede matar y reprimir a su antojo en México.

Pero las víctimas se niegan a rendirse. Están decididos a luchar hasta el final para lograr un castigo ejemplar para los responsables, así como justicia para los caídos. Saben que su lucha no es solamente en defensa de su dignidad, sino también por el derecho de todos los mexicanos a defender su territorio, su cultura y su historia en el futuro.

Si permitimos que una nube de silencio cómplice recubra este caso como ha ocurrido en otros casos recientes: Ayotzinapa, Tlatlaya, Apatzingán, Ostula y Tanhuato, podemos estar seguros de que cada día habrá más desaparecidos y masacrados en México. Cada vez que las autoridades logran imponer su verdad histórica, el pueblo pierde su control sobre su propio devenir histórico y por lo tanto su capacidad de resistencia, de organización y de poder transformador.

La responsabilidad directa de las fuerzas del Estado es aún más transparente en el caso de Nochixtlán que en el de Ayotzinapa. Con toda alevosía y premeditación, el entonces gobernador Gabino Cué, junto con Miguel Ángel Osorio Chong, buscó acabar de una vez por todas con el levantamiento magisterial e infundir miedo en la población. Aquel domingo de plaza y Día del Padre, las fuerzas del Estado demostraron que no tienen vergüenza ni moral de ningún tipo.

Desde muy temprano, los cientos de policías fuertemente armados lograron desalojar rápidamente el bloqueo carretero organizado por maestros de la sección 22 de la CNTE y organizaciones sociales afines en protesta por la reforma educativaprivatizadora y neoliberal. En menos de media hora y sin mayor resistencia de parte de los manifestantes, quienes habían acordado un repliegue estratégico, ya se había restablecido el flujo normal de tránsito....

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viernes, 16 de diciembre de 2016

"Mexico: Ending the Neoliberal Nightmare" (NACLA, Vol. 48, No.4, pp. 294-300, December, 2016)



The “pink tide” passed by Mexico. However, the emergence of new social and political movements may represent a beacon of hope to revive the region’s Left.

John M. Ackerman

At first glance, Mexico would seem to be a lost cause for the Left. After the failure of the “Washington Consensus” to bring peace and prosperity to Latin America in the 1990s, almost every country joined the “pink tide” at some point over the last two decades, including Brazil, Venezuela, Argentina, Uruguay, Ecuador, Chile, Paraguay, Honduras, Bolivia, El Salvador, Nicaragua, and Peru. None of these experiments were perfect, and many were cut far too short, but each one of these countries demonstrated enough political flexibility to at least begin to respond to citizen discontent through institutional channels.

Mexico’s congealed political system, on the other hand, has not even started to develop practical alternatives to neoliberalism. Since 1982, the country has glided without interruption towards a neoliberal dystopia of increased wealth concentration, radical labor “flexibilization,” and the privatization of almost everything and anything in sight. Simultaneously, Mexico has maintained the same old authoritarian politics grounded in government repression and censorship, fraudulent elections, and a reverse “cultural revolution” bent on expunging the country’s long tradition of social activism and community resistance.

The progressive governments of Latin America are now under fire. The 2015 victory of Mauricio Macri in Argentina, the politically motivated impeachment of Dilma Rousseff in Brazil in August 2016, and the ongoing economic war against Nicolás Maduro in Venezuela—combined with the previous ousting of Manuel Zelaya in Honduras in 2009 and Fernando Lugo in Paraguay in 2012—imply a clear resurgence of right-wing politics in the region.


In this context, the possibility of a left-wing revival in Mexico would seem to be even more of a pipe dream. If Mexico wasn’t able to accompany the shift to the left when conditions were relatively favorable, with high oil and commodities prices and an opening up in the geopolitical context, it would seem to be simply impossible for it to do so now, in the middle of a global economic downturn combined with concerted efforts by the United States to lock down “rebellious” Latin American states.

Surprisingly, the situation appears to be precisely the opposite. The lack of political and economic change over the last three decades in Mexico has turned it into a prime site for the renovation and strengthening of the Left. Today’s global climate of economic instability and ideological transformation has put the status quo, whatever that may be, at a distinct disadvantage. In Brazil, Venezuela, and Argentina, for instance, the Right has used profound feelings of discontent to oust or challenge sitting progressive governments. Meanwhile, countries with progressive governments, such as in Bolivia, are faced with the challenging task of simultaneously combatting the ideological apparatus of their local oligarchies and defending the status quo....

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domingo, 11 de diciembre de 2016

"Fugados" (Revista Proceso, 11 de diciembre, 2016)

John M. Ackerman

El año pasado Joaquín “El Chapo” Guzmán se escapó por un túnel de 1.5 kilómetros cavado debajo de una de las cárceles de mayor seguridad del país, con evidente complicidad desde las más altas esferas del gobierno federal. El capo posteriormente se dejaría “recapturar” por Miguel Ángel Osorio Chong, al parecer bajo la condición de no ser extraditado inmediatamente a los Estados Unidos. 

Hace unas semanas, el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, se fugó del país utilizando un pasaporte falso. La entonces Procuradora General de la República y ahora Secretaria de la Función Pública, Arely Gómez, coincidentemente esperó hasta unas horas después de la desaparición del gobernador para girar los órdenes de aprensión correspondientes en contra del veracruzano por haber encabezado uno de los robos más grandes del siglo. 

Hace unos días, quien fuera Secretario de Hacienda de Felipe Calderón (2006-2009) y ahora gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, anunció que él también está haciendo maletas para abandonar el país. Como bien demostró Proceso la semana pasada, la normatividad no permite la renuncia de Carstens. Pero no le importa la ley al principal arquitecto de la fallida estrategia económica neoliberal de la última década. Prefiere huir antes de tener que rendir cuentas frente al total colapso económico que se acerca en 2017. 

Como ratas saltando de un barco a la deriva, estos tres personajes emblemáticos de la estructura prevaleciente de criminalidad, corrupción y desigualdad son protegidos por las instituciones realmente existentes. Quienes se quedan a mando les deben demasiados favores a los fugados para castigarlos como se merecen. Lo mismo ocurre con otras figuras como Tomás Yarrington, Rodrigo Medina, Roberto Borge, Humberto Moreira, Fausto Vallejo, César Duarte, Guillermo Padrés, Miguel Alonso Reyes y el mismo Felipe Calderón. Las redes de complicidad que tejieron cuando ocupaban sus tronos respectivos hoy siguen operando a su favor para garantizar su más absoluta impunidad. 

La gran pregunta, sin embargo, es: ¿Dónde se esconderá Enrique Peña Nieto al final de su sexenio? ¿Quiénes lo protegerán una vez que él también se salte de la nave del Estado mexicano que ha naufragado y despedazado con tanta efectividad?....

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martes, 6 de diciembre de 2016

"El virrey de Oaxaca" (La Jornada, 6 de diciembre, 2016)

John M. Ackerman

Oaxaca está en ruinas. La esperanza del gobierno de la "transición" de Gabino Cué muy rápidamente se convirtió en una pesadilla marcada por la represión, la impunidad y malos manejos financieros. Como Vicente Fox y Felipe Calderón a escala nacional, Cué desperdició una oportunidad de oro para transformar la forma de ejercer la autoridad y de relacionarse con la ciudadanía.

Pero el retorno del PRI en Oaxaca en 2016 amenaza ser aún más desastroso que el regreso del PRI al nivel federal desde 2012. El nuevo gobernador, Alejandro Murat, pertenece a una nueva generación de gobernadores del PRI que ha resultado ser aún más cínica y corrupta que sus predecesores. Bebesaurios, como Javier Duarte, Humberto Moreira, Manuel Velasco, Rodrigo Medina, Tomás Yarrington, César Duarte y el mismo Enrique Peña Nieto, han sido un total desastre para el país y para sus entidades federativas. En las próximas elecciones para gobernador en el Estado de México, en 2017, Alfredo del Mazo Maza ya se prepara para repetir el mismo guión.

Murat ha desdeñado la legalidad desde el primer día de su gestión. En lugar de establecer los acuerdos necesarios para poder tomar posesión de acuerdo con la ley en la sede del Congreso del estado, el nuevo gobernador decidió celebrar un acto improvisado a la 1:30 AM en las instalaciones de la televisora estatal.

El artículo sexto de la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Oaxaca dice explícitamente que "el Congreso del estado tendrá su residencia oficial en la ciudad de Oaxaca de Juárez, celebrará sus sesiones en el edificio sede del Poder Legislativo y no podrá trasladarse a otro lugar, sin que así lo acuerden las tres cuartas partes de los diputados presentes". Sin embargo, no se emitió convocatoria oficial alguna a los diputados para la celebración de la sesión extemporánea de toma de posesión. Tampoco hay documentación que indique que los diputados hayan acordado trasladar la sesión a la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión...

TEXTO COMPLETO DISPONIBLE EN LA JORNADA

jueves, 1 de diciembre de 2016

"Donald Trump's Latin American Double: Enrique Peña Nieto" (Kings College Politics & Society, November, 2016)

John M. Ackerman

Donald Trump´s visit to Mexico City with President Enrique Peña Nieto on August 31st, 2016, in the heat of the presidential election campaign, left many people speechless. How was it possible that the President of a Nation which has been systematically vilified and insulted by the Republican presidential candidate could have welcomed its attacker with open arms?

Even more surprising was the fact that Peña Nieto and Trump seemed to get along so well. During their joint press conference in Mexico City, Peña Nieto applauded their “fundamental agreements” on policy and offered to work with the Republican candidate to “strengthen” both the US-Mexico and the Mexico-Guatemala borders. During his turn at the microphone, Trump said Peña Nieto was his “friend”. Later, during his immigration speech in Arizona later that day, the Republican candidate called Peña Nieto a “wonderful president”, just as he simultaneously ratified his promise to build an “impenetrable, physical, tall, powerful, beautiful, southern border wall”.

A few weeks earlier, the Prime Minister of Hungary, Viktor Urban, had publicly endorsed Trump´s candidacy. Peña Nieto did not go as far as Urban in his own public statements, but actions speak louder than words. By giving the Republican candidate the opportunity simultaneously to appear to be a statesman, as well as supposedly respectful of at least some Mexicans, Peña Nieto gave Trump just the helping hand he needed to bounce back in the polls.

Peña Nieto supposedly is not a nativist, neo-fascist like Trump or Urban. From the first day he took office in December of 2012, the Mexican President has been hailed by the international press as the example of a well-behaved neoliberal free-trader. Time magazine named him one of its “100 Most Influential People in the World,” claiming that he “combines Reagan’s charisma with Obama’s intellect and Clinton’s political skills.” The Financial Times raved that with the death of Venezuela’s Hugo Chávez, Peña Nieto may now take up the torch of Latin American leadership and revive the “Washington Consensus”. Meanwhile, Thomas Friedman, of the New York Times, called Mexico the “Comeback Kid” under Peña Nieto.

How is it possible that a neo-fascist like Trump and a neoliberal like Peña Nieto get along so well? For instance, how can they possibly see eye-to-eye on key policy issues like the future of the North American Free Trade Agreement (NAFTA)?...

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