ADQUIERE "EL MITO DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA"

lunes, 11 de septiembre de 2017

"Los escombros de Oaxaca y del régimen Peñista" (La Jornada, 11 de septiembre, 2017)

 Angélica Rivera y Paulina Peña derraman lágrimas de cocodrilo
John M. Ackerman

La indignante utilización política del sis­mo de 8.2 en la escala de Richter revela el nivel de cinismo y desesperación del régimen. Sólo en un contexto de total devastación pueden políticos tan impresentables como Enrique Peña Nieto, Rosario Robles y Alejandro Murat pasear entre la gente sin recibir una lluvia de expresiones de repudio e indignación popular. Apenas unas horas antes del terremoto, Peña y Murat tuvieron que llegar en helicóptero a la inauguración del Centro de Convenciones de Oaxaca, para esquivar la protesta organizada por los maestros de la sección 22 en contra de la reforma educativa neoliberal y la masacre de Nochixtlán.

Peña Nieto y su grupo desprecian profundamente al sur, los indígenas y los pobres. Todos recordamos cómo durante la campaña presidencial de 2012 su hija Paulina retuiteó un mensaje en defensa de su padre que criticaba a "la bola de pendejos, que forman parte de la prole y sólo critican lo que envidian". Antes de disparar cobardemente a la multitud el 19 de junio de 2016 en Nochixtlán, Oaxaca, los mismos agentes federales que ahora entregan limosnas gritaron, "¡Pinches oaxacos, ríndanse!" "¡Putos huarachudos!"

Este jueves pasado los policías golpearon brutalmente a los maestros oaxaqueños afuera del Centro de Convenciones (véase: http://ow.ly/u9jt30f2PpL). Y cuando Peña anunció hace años su proyecto de zonas económicas especiales para el sur del país, dejó ver su profundo racismo al referirse a los supuestos "rezagos ancestrales" en la región (véase: http://ow.ly/NL5j30f2Q5x).

Los mismos políticos que tanto desprecian al sur por su larga tradición de conciencia social y dignidad rebelde, ahora derraman lágrimas de cocodrilo a raíz de la destrucción en Oaxaca y Chiapas. Hasta Angélica Rivera y la misma Paulina Peña colocaron sus maquillajes más caros y sus expresiones de dolor más teatrales para inaugurar un centro de acopio del DIF el sábado pasado.

Los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) son públicos y el artículo 134 de la Constitución prohíbe de manera tajante que la propaganda gubernamental utilice "nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público". En lugar de sacarse fotografías y lanzar palabras huecas desde los escombros, los funcionarios públicos tendrían que dar una muestra de humildad y misericordia coordinando silenciosa y transparentemente las labores de rescate y reconstrucción...

TEXTO COMPLETO DISPONIBLE EN LA JORNADA