John M. Ackerman
Ni siquiera las amenazas de Donald Trump habían logrado unir de manera tan clara y contundente a la sociedad mexicana. La oposición a la dictatorial Ley de Seguridad Interior (análisis aquí: http://bit.ly/2AMmbE9) unió a tirios y troyanos. Tomó vuelo un histórico coro multicolor de repudio que combinaba las voces de los maestros de la CNTE y de los burócratas de la CNDH, de los intelectuales morenistas y de los pensadores del "liberalismo" conservador, de la Coparmex y de las organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos. Hasta destacados actores de cine, como Diego Luna y Gael García Bernal, se lanzaron a las calles en protesta. Y firmaron importantes desplegados juristas que en otros momentos habían preferido hacerse de la vista gorda frente a brutales violaciones a los derechos humanos.
La respuesta del régimen fue de cerrazón absoluta. Ni un solo priísta en la Cámara de Diputados o el Senado votó en contra o siquiera se atrevió a abstenerse. Como simples "levantadedos" y viles sirvientes al poder y el dinero, abdicaron su responsabilidad como representantes populares de tomar en cuenta todas las voces ciudadanas, deliberar cuidadosamente sobre los asuntos de su competencia y votar de acuerdo con su conciencia.
Pero el PRI no lo pudo haber hecho solo. Para lograr el quórum necesario en ambas cámaras, Enrique Peña Nieto requirió del apoyo de los legisladores igualmente abyectos del PAN, el PVEM y el Panal. El apoyo de los legisladores calderonistas, como Ernesto Cordero, Javier Lozano y Roberto Gil Zuarth, fue particularmente importante. Estos legisladores votaron en bloque junto con el PRI a favor de la militarización del país y la violación generalizada de los derechos humanos en toda la República.
Todo parece indicar que Calderón ha traicionado a su propia esposa, repitiendo la historia de su abandono a Josefina Vásquez Mota en 2012. Al percibir la poca tracción de la precandidatura de Margarita Zavala, el PAN ahora cierra filas con Peña Nieto alrededor del banquero José Antonio Meade. Tanto Vicente Fox como Lozano ya se han pronunciado públicamente en este sentido. Faltarían pocas semanas para que el mismo Calderón hiciera lo propio...
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