Ein Gastbeitrag von John M. Ackerman
Angela Merkel, die Bundeskanzlerin, ist dabei, ein Abkommen über die Sicherheitszusammenarbeit mit Mexiko zu schließen. Damit aber würde sich Deutschland zum Komplizen von Gewalt und Unterdrückung machen. Mexikos neuer Präsident Enrique Peña Nieto versucht, sich als aufgeklärter Reformer darzustellen. Doch eine Serie von Massakern und gezielten Tötungen sowie die systematische Einkerkerung von Aktivisten hat die blutige Wiederkehr des Autoritären hinter dieser Maske entlarvt. Der Bundestag sollte einen genauen Blick auf die Lage der Menschenrechte in Mexiko werfen, bevor er diesem Abkommen zustimmt...
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La Canciller Angela Merkel está a apunto de firmar un nuevo tratado de “colaboración en materia de seguridad” con México, el cual podría convertir a Alemania en cómplice de la represión violenta que sacude al país. El nuevo Presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha tratado de cultivar ante la comunidad internacional una imagen de reformista ilustrado. Sin embargo, una serie de masacres y asesinatos, así como la encarcelación sistemática de activistas, ha desenmascarado el sangriento regreso del autoritarismo en el país. El Parlamento Federal Alemán (Bundestag) debería solicitar una extensa revisión de la situación de derechos humanos en México antes de dar paso hacia el nuevo acuerdo bilateral...