ADQUIERE "EL MITO DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA"

lunes, 27 de abril de 2015

"¿Verde o Morena?" (La Jornada, 27 de abril, 2015)

En el mundo entero el viejo sistema de partidos se encuentra inmerso en un proceso de fuerte reconfiguración. Si bien en México el desfondamiento de la legitimidad de la clase política es particularmente agudo, no somos de ninguna manera la excepción. Cada día es más claro que la principal función del sistema de competencia política supuestamente "liberal" es la generación de una fantasía de "normalidad democrática" y estabilidad social para encubrir la acumulación de más poder y dinero en las manos de los capitanes del capital financiero global.

Esta coyuntura ha generado tres diferentes respuestas político-sociales alrededor del mundo. Primero, existen cada vez más casos de transformaciones políticas hacia la izquierda. En respuesta al vaciamiento del sistema de representación de cualquier sentido social, durante los últimos tres lustros en países como Ecuador, Bolivia, Venezuela, Grecia y España han surgido movimientos políticos que buscan canalizar y aumentar el impacto de la enorme indignación social. Si bien cada uno de estos países todavía cuenta con problemas importantes, todos han demostrado la gran vitalidad de sus sistemas políticos al lograr ser interpelados y transformados por la resistencia popular.

Sin embargo, esta tendencia no es la única en la actualidad. En lugares como Inglaterra, Francia, Colombia y Guatemala la desesperación social frente a la corrupción y el neoliberalismo se ha convertido en un caldo de cultivo para el fortalecimiento de movimientos "populistas" de derecha que buscan utilizar el poder del Estado para excluir a los migrantes, reprimir a los opositores y dar la espalda a los grupos marginados. Los mandatos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos en Colombia, la elección del antiguo general kaibil Otto Pérez Molina en Guatemala, y el fuerte aumento en la presencia electoral del Frente Nacional en Francia, así como de los partidos Nacional e Independentista en Inglaterra, revelan un patrón sumamente preocupante en el escenario político global.

Una tercera respuesta a la crisis generalizada de legitimidad ha sido la total extracción del sistema político del ámbito social. Es decir, en lugar de dejarse interpelar por la izquierda o correr hacia la derecha, el sistema se vacuna de cualquier influencia de la sociedad. El mejor ejemplo de este proceso de esterilización política es Estados Unidos. Ahí el total descontrol sobre el financiamiento millonario a las campañas políticas, junto con la relección ad infinitum de legisladores y el diseño barroco del sistema de votación presidencial, asegura que las elecciones no ponen en juego absolutamente nada...

TEXTO COMPLETO DISPONIBLE EN LA JORNADA