Andrés Manuel López Obrador, Líder de Morena |
John M. Ackerman
Las elecciones de este domingo 5 de junio fueron las más sucias que ha tenido México desde hace mucho tiempo. Se desplegó una estrategia general en todo el país para defraudar la voluntad popular y cerrar el paso al partido Morena. Frente al miedo de que el movimiento de Andrés Manuel López Obrador utilizara sus victorias locales para apuntalar su candidatura presidencial hacia 2018, el sistema no escatimó esfuerzo alguno para manipular los resultados electorales.
La Procuradura General de la República, Arely Gómez, ha declarado que la jornada electoral de ayer transcurrió con normalidad y los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) minimizan los pocosincidentes aislados que tuvieron lugar. El chiste se cuenta solo.
Lorenzo Córdova, Presidente del INE |
Quienes formamos parte del observatorio ciudadano #NiUnFraudeMás recibimos una verdadera avalancha de denuncias ciudadanas. Nos consta que hubo un operativo masivo de compra, coacción y acarreo del voto en todo el país. Decenas, quizás cientos, de miles de votos se vendían desde 50 hasta mil pesos cada uno.
En la Ciudad de México, miles de taxis y microbuses, regulares e irregulares, se movilizaron para participar en la actividad delincuencial de llevar y traer votantes a las casillas al servicio del Partido de la Revolución Democrática (PRD). En todo el país, se pedía a los votantes que enviaran fotos digitales de sus votos tomados con el celular para poder cobrar su recompensa. También hubo múltiples denuncias de boletas electorales apócrifas, perdidas y robadas...
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