ADQUIERE "EL MITO DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA"

lunes, 22 de junio de 2015

"Malinchismo asesino" (La Jornada, 22 de junio, 2015)

El empresario estadounidense Donald Trump
John M. Ackerman

Donald Trump y Dylann Roof no son ni locos ni marginales. Al contrario, sus deleznables discursos y acciones son expresiones naturales del profundo racismo que caracteriza la ideología "blanca" dominante en el país vecino del norte. El declive del imperio estadounidense está generando reacciones cada vez más desesperadas y violentas entre quienes antes controlaban los destinos del mundo. Si no actuamos pronto para detenerlos, todo México será arrastrado a las alcantarillas de la historia por la nueva ola global de odio y violencia.

El martes pasado, el millonario desarrollador inmobiliario de Nueva York colocó una diana en el pecho de todos los pueblos en resistencia en el mundo. En su discurso inaugural para su precampaña presidencial, Trump echó la culpa a los extranjeros y los migrantes por la falta de "victorias" recientes para el imperio estadounidense. El político hizo hincapié en México. Afirmó que los mexicanos "no son nuestros amigos" y quienes cruzan la frontera con Estados Unidos solamente traen problemas de drogas, crimen y violencia. "Son violadores", remató. Por ello habría que construir un "gran, gran muro" entre México y Estados Unidos.

Aquellas declaraciones coinciden con las opiniones de la popular comentarista Ann Coulter. Hace unas semanas la periodista y escritora también sugirió, en entrevista con Jorge Ramos, que todos los mexicanos serían criminales, terroristas y violadores. Para Coulter toda la cultura mexicana es "evidentemente deficiente".

Dos días después de las declaraciones de Trump y tres semanas después de la entrevista de Coulter, Roof jalaría el gatillo. Con meses de premeditación y enorme saña, el joven de Carolina de Sur asesinó a sangre fría a una importante dirigente de la comunidad afroestadunidense junto con ocho feligreses en una de las iglesias más importantes históricamente para aquella comunidad. “No tenemos skinheads, ni tampoco un verdadero KKK. Nadie está haciendo nada más allá de hablar en Internet. Alguien tiene que tener la valentía para llevarlo al mundo real, y supongo que tengo que ser yo”, escribió Roof en su blog unos días antes de perpetrar la masacre...

TEXTO COMPLETO DISPONIBLE EN LA JORNADA