Joe Biden/Foto: AP, jornada.com |
El viaje relámpago del vicepresidente de Estados Unidos a México evidentemente no responde a un auténtico interés en la salud de la democracia o las instituciones mexicanas, sino a la necesidad de Washington de reafirmar sus buenas relaciones con uno de sus principales proveedores de petróleo en el contexto de importantes tensiones en Medio Oriente. Asimismo, el hecho de que Joseph Biden se reúna hoy con Andrés Manuel López Obrador, Josefina Vázquez Mota y Enrique Peña Nieto no refleja una nueva orientación más pluralista y abierta en las relaciones exteriores del vecino del norte, sino simplemente su reconocimiento práctico de que el poder de su amigo Felipe Calderón está ya en su ocaso.
En las últimas semanas, las tensiones entre Irán y Estados Unidos se han incrementado notablemente. Irán se niega a detener su programa de enriquecimiento de uranio y la Asociación Internacional de Energía Atómica señala que el país muy pronto podría contar con la capacidad de fabricar sus propias armas nucleares. En respuesta, Estados Unidos ha endurecido sus sanciones económicas y amenazado con una posible invasión militar, de la mano de Israel. Por su parte, el pasado 23 de enero, la Unión Europea decidió prohibir la importación de petróleo iraní, así como congelar los activos del Banco Central de Irán.
Mientras, el gobierno iraní ha amenazado con cerrar el estrecho de Ormuz. Esta acción detendría la tercera parte de la transportación marítima de petróleo en el mundo, ya que hoy pasa a diario una docena de buques petroleros cargando en total alrededor de 17 millones de barriles. Como resultado de las tensiones recientes, el precio de la gasolina en Estados Unidos ha aumentado más de 10 por ciento en el último mes.
Este lunes, el presidente Barack Obama sostiene en Washington una reunión de alto nivel con el primer ministro de Israel precisamente para conversar sobre la situación en Irán. Benjamín Netanyahu ha abogado públicamente en favor de iniciar ataques aéreos preventivos. Obama de ninguna manera ha descartado la opción militar ante la intransigencia de Irán.
La simultaneidad de la reunión de Obama con Netanyahu y la visita de Biden a México no es casualidad. Tampoco es mera coincidencia la reciente firma de un nuevo acuerdo para la explotación conjunta de los yacimientos petroleros en el Golfo de México. Hoy garantizar el acceso libre al petróleo mexicano vuelve a emerger como prioridad central para la política exterior estadunidense...
En las últimas semanas, las tensiones entre Irán y Estados Unidos se han incrementado notablemente. Irán se niega a detener su programa de enriquecimiento de uranio y la Asociación Internacional de Energía Atómica señala que el país muy pronto podría contar con la capacidad de fabricar sus propias armas nucleares. En respuesta, Estados Unidos ha endurecido sus sanciones económicas y amenazado con una posible invasión militar, de la mano de Israel. Por su parte, el pasado 23 de enero, la Unión Europea decidió prohibir la importación de petróleo iraní, así como congelar los activos del Banco Central de Irán.
Mientras, el gobierno iraní ha amenazado con cerrar el estrecho de Ormuz. Esta acción detendría la tercera parte de la transportación marítima de petróleo en el mundo, ya que hoy pasa a diario una docena de buques petroleros cargando en total alrededor de 17 millones de barriles. Como resultado de las tensiones recientes, el precio de la gasolina en Estados Unidos ha aumentado más de 10 por ciento en el último mes.
Este lunes, el presidente Barack Obama sostiene en Washington una reunión de alto nivel con el primer ministro de Israel precisamente para conversar sobre la situación en Irán. Benjamín Netanyahu ha abogado públicamente en favor de iniciar ataques aéreos preventivos. Obama de ninguna manera ha descartado la opción militar ante la intransigencia de Irán.
La simultaneidad de la reunión de Obama con Netanyahu y la visita de Biden a México no es casualidad. Tampoco es mera coincidencia la reciente firma de un nuevo acuerdo para la explotación conjunta de los yacimientos petroleros en el Golfo de México. Hoy garantizar el acceso libre al petróleo mexicano vuelve a emerger como prioridad central para la política exterior estadunidense...
TEXTO COMPLETO DEL ARTÍCULO DISPONIBLE EN LA JORNADA