ADQUIERE "EL MITO DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA"

martes, 24 de abril de 2012

"Los mercaderes del silencio" (Revista Proceso, 22 de abril de 2012)

Enrique Peña Nieto/Foto: Miguel Dimayuga, Proceso
No sorprende que Enrique Peña Nieto no se anime a debatir con sus contrincantes. Es un candidato débil, sin mayor preparación intelectual y con un largo historial negro como gobernador del Estado de México. Los debates adicionales con sus rivales solamente le podrían restar puntos, ya que serían la perfecta oportunidad para que Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador exhibieran los múltiples defectos del candidato que hoy encabeza las encuestas.

Tampoco sorprende que los dueños de los principales medios electrónicos de comunicación no tengan interés en fomentar el intercambio de ideas. La mayoría apoyan a Peña Nieto y no quieren quedar mal con quien ya ven como el próximo presidente de la República. Estos mismos empresarios que desde hace años han vendido y regalado entrevistas y cobertura mediática al hoy exgobernador del Estado de México ahora han encontrado un jugoso nuevo producto para comercializar: el silencio.

Para el PRI, la falta de difusión de los deslices de Peña Nieto y la negativa a organizar debates adicionales no tienen precio. Ello garantiza que su candidato se mantenga protegido en una caja de cristal, lejos de la “prole” y las preguntas incómodas. Igual de valiosa para el viejo partido del Estado es la consistente promoción mediática del desinterés ciudadano en las campañas. Entre más abstencionismo el día de la elección, mayor será la fuerza de los votantes “duros” del PRI.

Hoy somos testigos de una versión más “moderna” de las pasarelas priistas de siempre. Antes, los “precandidatos” primero paseaban por el país, se dejaban tomar fotos y otorgaban entrevistas a los medios de comunicación, pero pocas veces había confrontación o debate entre ellos. Después de un tiempo llegaba el momento del “dedazo” y del “destape” en que “el ganador” se presentaba sonriente ante las cámaras como el “mejor posicionado”. Posteriormente, tal y como lo describiera con tanta claridad don Daniel Cosío Villegas, venían la operación “cicatriz” y la “cargada” alrededor del candidato seleccionado de manera unilateral por el presidente saliente...

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