Duarte, Salinas y Gil Zuarth |
Todo parece indicar que finalmente no se cumplirá la amenaza de ruptura de la coalición PRI-PAN que se vislumbraba al principio del proceso electoral. Desde la reunión privada que sostuvieron Felipe Calderón y Pedro Joaquín Coldwell en Los Pinos el 27 de febrero, ha habido un repprochement entre estos dos partidos que se han repartido el poder federal desde 1988. Cada día resulta más evidente que la campaña de Josefina Vásquez Mota existe más para negociar posiciones e impunidades con el PRI que para conquistar la silla presidencial. Calderón, por su parte, parece más preocupado por su legado histórico y su futuro personal que por la continuidad del PAN en el poder o por honrar la memoria de su padre.
Hasta hace mes y medio sonaban los tambores de guerra. Parecía que el PAN y el gobierno federal se preparaban para combatir con todo el regreso de los dinosaurios al trono. La PGR abrió expedientes contra ex gobernadores tanto en Tamaulipas como en Coahuila. El sorpresivo relevo en la Fepade aparentemente tenía el fin de golpear mejor al adversario.
Felipe Calderón mismo aprovechaba cualquier foro para vincular al PRI con el narcotráfico y apoyar a su partido. Sus declaraciones sobre las elecciones de Michoacán, su entrevista con The New York Times en octubre y su comentario con consejeros de Banamex sobre los "cuatro puntos de diferencia" preparaban el escenario para una inédita intervención presidencial en las campañas.
Pero de repente todo cambió. En su reciente aparición en la mesa de análisis Tercer grado, de Televisa, Calderón hasta se atrevió a defender públicamente a Enrique Peña Nieto. A invitación expresa de uno de sus interlocutores, el Presidente se negó a incluir al priísta como uno de aquellos políticos supuestamente hipócritas que ahora abogan por privatizar a Pemex, pero se negaron a hacerlo cuando Calderón presentó su iniciativa al Congreso. En ese mismo programa, también quedó claro que Calderón se encuentra más interesado en impulsar la candidatura presidencial de Margarita Zavala en 2018 que la de Vázquez Mota en 2012...
Felipe Calderón mismo aprovechaba cualquier foro para vincular al PRI con el narcotráfico y apoyar a su partido. Sus declaraciones sobre las elecciones de Michoacán, su entrevista con The New York Times en octubre y su comentario con consejeros de Banamex sobre los "cuatro puntos de diferencia" preparaban el escenario para una inédita intervención presidencial en las campañas.
Pero de repente todo cambió. En su reciente aparición en la mesa de análisis Tercer grado, de Televisa, Calderón hasta se atrevió a defender públicamente a Enrique Peña Nieto. A invitación expresa de uno de sus interlocutores, el Presidente se negó a incluir al priísta como uno de aquellos políticos supuestamente hipócritas que ahora abogan por privatizar a Pemex, pero se negaron a hacerlo cuando Calderón presentó su iniciativa al Congreso. En ese mismo programa, también quedó claro que Calderón se encuentra más interesado en impulsar la candidatura presidencial de Margarita Zavala en 2018 que la de Vázquez Mota en 2012...